La isla de Curazao es un paraíso de playas turquesas rodeadas de cerros de intensa vegetación.
Se ubica en el caribe sur. Y además de disfrutar el relax que brinda su mar, te quiero contar de un lugar imperdible para descubrir.
En el extremo norte de la isla se ubica el Parque Nacional Christoffel, un aérea de 2mil has protegida desde el año 1978, que permite apreciar un paisaje virgen y cautivante.
Un camino asfaltado de 12 kilómetros invita a recorrer los dominios del parque en vehículo.
Además, es una hermosa experiencia entregarse a caminar alguno de sus 8 senderos para explorar la naturaleza escénica del lugar.
El mayor desafío es llegar a la cima del Cerro Christoffel que con 374 metros es el punto más alto de la isla.
El extenso manto verde que cubre la ondulada geografía y las vistas del océano a lo lejos conforman una panorámica solemne.
Se protege aquí la flora y fauna típica de la región, con algunas especies endémicas.
Pero además de la riqueza natural, el corazón de esta reserva guarda vestigios de un oscuro pasado marcado por la esclavitud.
En estas tierras funcionaron importantes estancias agroproductivas en las que trabajaron cientos de personas esclavizadas durante más de dos siglos. En el año 1863 fue abolida la esclavitud en las colonias neerlandesas, incluyendo Curazao. Era el fin de esa larga era de injusticia.
Hoy, el Parque Nacional Christoffel brinda uno de los entornos más fascinantes del caribe americano. La naturaleza acaricia con su energía ancestral los recuerdos amargos de la historia del lugar.
Curazao cautiva con su esencia indómita y natural.
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